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Los conceptos de libertad y control social para Dewey



En esta entrada analizaremos algunos aspectos que Dewey tiene en cuenta en la formación de su teoría sobre la experiencia en tanto el control social y la libertad individual.

Al considerar la educación en la forma de vida-experiencia como ya habíamos mencionado en entradas anteriores se plantea la necesidad de formar una teoría de la experiencia teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: la interacción y la continuidad. La necesidad de formular esta teoría nos dice Dewey está vinculada a una idea naturalizada de que las escuelas que se fundan en esta concepción están expuestas a inconsistencias o confusiones.

Para adentrarnos en el análisis del control social y la libertad individual no necesariamente debemos ponernos en el escenario escolar. En muchas actividades que realizamos a diario estamos sometidos a una gran cantidad de control social que no necesariamente restringe nuestra libertad individual y que rigen nuestra rutina social. Por ejemplo: un partido de cualquier deporte. En él hay ciertas reglas que median el juego y que se orientan para que el desarrollo del mismo sea claro y sin problemas. Estas reglas son aceptadas por los jugadores porque comprenden que son necesarias. ¿Pero qué pasa cuando los jugadores ven que decisiones en el juego son arbitrarias e injustas? Se oponen a ellas. No a las reglas, sino a la decisión arbitraria. Aún así no debe descartarse que el ejercicio de la voluntad de una autoridad tenga que ver siempre con la anulación de la voluntad del grupo. En el caso de la escuela o la familia, la figura del padre o del maestro ejerce una autoridad que es producto de la representación de los intereses del grupo como una totalidad (o al menos así debe ser). Y es en ese sentido que la expresión de esa autoridad no debería estar volcada a la exhibición de un poder personal sino que debe actuar en beneficio del grupo (allí está la diferencia entre una acción injusta o arbitraria y otra que es justa y educativa)

           En el ámbito escolar para que una serie de estas actitudes tengan lugar, es decir para que una autoridad sea ejercida de manera justa y educativa, es necesario que la escuela sea un grupo o una comunidad unida por la participación en actividades comunes. Esta organización es la que se plantea en las Escuelas nuevas en donde el educador como parte del grupo tiene como primordial función organizar las actividades que sean ricas para la participación de la comunidad escolar y el ejercicio de un control social.

           ¿Qué sucede con la naturaleza de la libertad? Para Dewey la única libertad de importancia durable es la libertad de la inteligencia, la de observación y de juicio en base a una serie de propósitos. La organización de la escuela tradicional en base a la disciplina y la disposición de los elementos y alumnos en el aula, por ejemplo, pupitres alineados que permiten una movilidad reducida, imponen una gran restricción sobre la libertad intelectual y moral. Esta se complementa con la libertad exterior que es sobretodo física. La inexistencia de esta última impone a los alumnos una uniformidad artificial. Los pensamientos, las imaginaciones y los deseos sólo son puestos en el escenario como falencia o castigo cuando llaman la atención del maestro. Una de las ventajas de la libertad exterior tiene que ver con el proceso de aprendizaje ya que el movimiento promueve actitudes mucho más activas que la pasividad y la quietud de la escuela estandarizada.

          En síntesis, ¿Cómo se complementan estos conceptos que parecerían ser opuestos? La libertad por sí misma no es un fin sino un medio. Los impulsos y deseos que de ella nacen son solo un punto de arranque pero que en sí mismos no corresponden a un crecimiento intelectual. Dejar la libertad ‘libre’ en su totalidad también puede representar un caos. Allí se encuentra la labor del maestro que pasa esos impulsos y deseos por filtros de reelaboración que, respetando la voluntad individual, debe favorecer los intereses de la comunidad.




Bibliografía: Dewey, J. (1967) 'El control social' y 'La naturaleza de la libertad'. En: Experiencia y educación. Buenos Aires. Editorial Losada

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