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Dewey y la teoría de la experiencia.

           Dewey postula la necesidad de generar una teoría de la experiencia. Para el autor la nueva teoría no tiene que eliminar todo lo hecho anteriormente sino tomarlo como base, en palabras de Dewey: “El separarnos de lo viejo no resuelve los problemas”. Otra de las cosas que afirma sobre la educación es que existe una conexión orgánica entre esta y la experiencia personal de cada uno. Aunque toda auténtica educación se efectúa mediante la experiencia no toda experiencia es educativa. Para que resulte educativa la experiencia debe incluir, además de una primera impresión de agrado o desagrado una influencia sobre las experiencias posteriores. Debe haber una conexión, las experiencias educativas tienen que estar encadenadas. El problema principal de una educación centrada en la experiencia es encontrar los tipos de experiencia que resulten atractivos, que generen interés en el alumno y que al mismo tiempo continúen viviendo en las experiencias subsiguientes. En la escuela tradicional no hay ausencia total de experiencia sino que esta no se relaciona con las posteriores, los contenidos se enseñan descontextualizados. Como las escuelas progresivas no pueden confiarse de las tradiciones establecidas y de los hábitos institucionales tienen que ser dirigidas por ideas que cuando son coherentes y articuladas forman una filosofía de la educación (a diferencia de la escuela tradicional).
         En el capítulo tres “Criterios de experiencia” Dewey escribe sobre su preferencia por la democracia: “La razón de nuestra preferencia [por la democracia] es que creemos que la consulta mutua y las convicciones logradas por persuasión hacen posible una mejor cualidad de experiencia en una escala más amplia que la que puede ofrecerse de otro modo” (Dewey, 1967, p 33). Sobre el concepto de continuidad de experiencia, afirma que este principio significa que toda experiencia recoge algo de la que ha pasado antes y modifica en algún modo la cualidad de la que viene después. Como ejemplo de continuidad propone el crecimiento, entendido como el desarrollo físico intelectual y moral. Una objeción a este ejemplo es que un hombre puede crecer convirtiéndose en ladrón o asesino, pero el crecimiento debe estar direccionado para establecer condiciones para que la persona tenga las ocasiones, estímulos y oportunidades para continuar el crecimiento en nuevas direcciones. El adulto debe tener la mayor madurez de experiencia para estar en situación de poder evaluar las experiencias de los jóvenes de forma que no podría hacerlo alguien con una experiencia inmadura. Es función del educador ver en qué dirección marcha la experiencia. La deslealtad al principio de la experiencia se da en dos niveles. El educador puede ser falso sobre la inteligencia que debería haber obtenido de su propia experiencia pasada. Es también desleal cuando no comprende que toda experiencia humana es últimamente social, que requiere contacto y comunicación. Los educadores deben saber concretamente qué ambientes conducen a experiencias que faciliten el conocimiento y cómo modificar los ambientes físicos y sociales existentes para extraer elementos que fortalezcan la experiencia.
          La experiencia resulta de la interacción de las condiciones objetivas y las condiciones internas, estas dos constituyen una situación. En la escuela tradicional los educadores no tenían en cuenta las condiciones internas de los alumnos, por ejemplo su nivel de conocimiento previo al curso o su situación económica familiar, sus capacidades u objetivos. “Una experiencia es lo que es porque tiene lugar una transacción entre un individuo y lo que, en el momento, constituye su ambiente, y si este último consiste en personas con las que se esta hablando sobre algún punto o suceso, el objeto sobre el que se habla forma parte de la situación” (Dewey, 1967, p 47)
          Lo que un individuo adquiere en conocimiento y habilidad en una situación se convierte en una herramienta para entender y tratar de forma efectiva la situación siguiente.  Una de las mayores falacias pedagógicas es el concepto de que una persona sólo aprende aquella cosa particular que está estudiando en un tiempo dado. Para Dewey hay que extraer en cada tiempo presente el sentido pleno de cada experiencia para sí prepararnos para resolver la misma cosa en el futuro. La educación dura toda la vida, y al entenderla como “crecimiento o madurez debe ser un proceso siempre presente” (Dewey, 1967, p.56)





Bibliografía : Dewey, J.(1967) "Necesidad de una teoría de la experiencia" y "Criterios de la experiencia" En: Experiencia y educación. Buenos Aires: Losada.

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